En Bolivia, los procesos de alianza y dialogo con la sociedad civil apoyados por el entonces Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), hoy ONU Mujeres, permitieron que, en 2006, el Ministerio de Hacienda, junto con el Ministerio de Planificación, incorporara un articulo en las Directrices Nacionales de planificación municipal especificando que las municipalidades debían asignar recursos para promover y desarrollar programas y proyectos para la equidad de género. Esta redacción se mantuvo hasta el 2008. Un año después, en 2009, el Ministerio de Economía profundizó en la redacción de la directriz orientando la inversión para fortalecer el empoderamiento económico, la corresponsabilidad de los cuidados y la construcción de una cultura de igualdad, redacción que se mantiene actualmente.
En 2010, se promulgó la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez” que disponía que el Presupuesto Nacional debía incluir categorías e indicadores de inversión en equidad de género e incorporarlos en los planes y presupuestos públicos.
En 2011 el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas aprobaba las “Directrices y Clasificadores de Planificación y Presupuestos” que el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades junto con la Mesa Nacional de Trabajo en Presupuestos Sensibles al género (MNT-PSG) elaboraron para profundizar la transversalización del enfoque de género. En 2018 se amplió la definición de artículos específicos para rastrear los recursos asignados a la igualdad de género en los niveles departamental y nacional.